Hablar de Cuba es hablar de tradición beisbolera en latinoamérica y el mundo entero, es sinónimo de títulos, y de dominio a nivel internacional.
Cuba se jacta de tener en sus vitrinas tres medallas de oro y dos de plata en Juegos Olímpicos, 24 Copas del Mundo y 11 Copas Intercontinental, además del segundo lugar en la primera edición del Clásico Mundial de Beisbol, tras perder 10 a 6 en la final con Japón; un palmarés envidiado por todos los países en los que el beisbol es el principal deporte.
Fue en ese primer Clásico Mundial donde creímos ver la continuación de esa tendencia, en la que Cuba siempre era protagonista de los torneos internacionales de beisbol que se disputaban.
Sin embargo, eso se ha ido disipando, y en las dos últimas ediciones del Clásico se ha ido develando la crisis que vive la pelota de la isla.
En las ediciones de 2009 y 2013 Cuba no pudo pasar de la segunda ronda, en una clara demostración de lo que todos temían en territorio castrista: ya Cuba no es una potencia en competencias de beisbol internacional, como lo es este Clásico Mundial.
Mucho de esto se debe a la partida de grandes jugadores, por retiro, o porque abandonaron la isla en busca de mejores oportunidades de vida.
Nombres como los de Pedro Luis Lazo, Alexei Ramírez, Yulieski Gurriel, Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes, Leonis Martín o José Abreu, por nombrar solo a algunos de sus máximos referentes de la pelota cubana en la última década, ya no hacen ruido en la nómina de los antillanos.
La selección de Cuba dista mucho de ser, en el papel, la amenaza que era otrora. Este año fueron agrupados en Tokio, junto al anfitrión Japón, Australia y China, y deberían clasificar sin problemas a la segunda ronda del torneo, como ya hicieron en las tres ediciones de esta competencia que se han disputado.
A Cuba y Japón pareciera no haberles tocado un camino tan fuerte. Los antillanos se verían las caras con el propio Japón, y Holanda, Israel o Corea del Sur, un grupo de equipos que se ve más accesible que el de Venezuela, Dominicana, Puerto Rico y Estados Unidos, que bien podría ser el que termine formándose del otro lado del cuadro.
Si Cuba supera a los equipos que mencionamos primero, tendría que enfrentarse a alguno de los que mencionamos después, en la semifinal, y ahí es donde parece que estaría el punto final de esta travesía.
De hecho, solo un analista de Espn Deportes pronosticó a Cuba en las semifinales del torneo.
¿Podrá Cuba hacer a un lado todas las bajas y callar los pronósticos de otra eliminación antes de la final en esta edición del Clásico Mundial?
Alejandro Villegas / @alejandrovg32
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