lunes, 5 de diciembre de 2016

Chapecoense: el Campeón Sentimental



La Conmebol anunció que el Chapecoense de Brasil será nombrado campeón de la Copa Sudamericana 2016, “con todos sus honores y prerrogativas”, tras un pedido formal realizado por el Atlético Nacional de Colombia.

Asimismo, el ente anunció que se le otorgará al Club Atlético Nacional el reconocimiento extraordinario del premio del “Centenario Conmebol al Fair Play”.

Este título es un “laurel honorífico y homenaje póstumo” a un equipo que enamoró a nuestro continente y al mundo del fútbol tras superar a los grandes de Sudamérica, subiendo desde la cuarta división brasileña en 2009, hasta llegar a la final de la Sudamericana de este año, en una de las historias más románticas del deporte mundial en los últimos años.

A este Chapecoense se le iba a recordar así ganara o no esta final. La decisión de la Conmebol realmente no le agrega sustancia a la crónica de los guerreros de la pequeña población de Río Grande do Sul, quienes para muchos ya eran campeones por todo lo que habían hecho para llegar hasta estas instancias.

Atlético Nacional, el mejor equipo del continente en estos momentos, hizo lo que la mayoría pensó que harían, “regalándole” la Copa Sudamericana como homenaje a la gran campaña de los dirigidos por Caio Junior.

El nombramiento del Chapecoense brasileño como campeón de la Copa Sudamericana trae varias consecuencias positivas para el club, que intentará resurgir de las cenizas. El equipo brasileño se aseguró un cupo en la Copa Libertadores de 2017, y jugará la Recopa Sudamericana ante este mismo Atlético Nacional, garantizándose unos 2.8 millones de dólares en ganancias.

No hay duda de que como dice la Conmebol, “no hay mayor muestra del ‘espíritu de paz, comprensión y juego limpio’ enunciado como objetivo de esta institución que la solidaridad, la consideración y el respeto exhibido por el Club Atlético Nacional de Colombia hacia sus hermanos de la Associação Chapecoense de Futebol de Brasil”, pero no comparto el que se le haya nombrado como el campeón del torneo, pues esto no fue lo que realmente pasó sobre la cancha, que es donde se deciden los títulos.

La Conmebol tenía varias opciones, como dejar el título vacante o retrasar y disputar la final contra “otro” Chapecoense, pero escogió la más sentimental, la más popular y la de más impacto mediático, algo comprensible para una institución que viene bastante manchada tras todos los escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelta, y que necesita mostrar algo positivo.

Chapecó y el mundo del fútbol siempre recordarán a este equipo de campeones, y no precisamente por ese trofeo de homenaje póstumo que le van a otorgar…



Alejandro Villegas
Twitter: @alejandrovg32

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