martes, 21 de junio de 2016

¿Es este el renacer de la Vinotinto?

Dejar pasar las horas tras el golpe de la eliminación nos deja apreciar la verdadera dimensión de lo conseguido en la reciente expedición venezolana este verano en la Copa América Centenario que se lleva a cabo en los Estados Unidos.

Argentina volvió a vencer con relativa facilidad a la vinotinto la noche del sábado en Boston, Massachusetts, para eliminarla en los Cuartos de Final por segunda vez en su historia en el torneo más antiguo de naciones.

Ese 4 a 1 final no refleja lo que se vivió en ese partido, pero si demuestra las diferencias que claramente aún existen entre el bicampeón mundial y Venezuela, que sigue buscando de manera desesperada tan siquiera estar cerca de una clasificación a un mundial de fútbol.



Venezuela venía a los Estados Unidos en el medio de un mar de dudas, con tan solo un punto en seis encuentros disputados en la eliminatoria de la Conmebol, goleada en casa con pasmosa facilidad por Chile, y con un nuevo cuerpo técnico encabezado por Rafael Dudamel.

Al técnico le llegó su oportunidad en la selección de mayores justo antes de esta justa continental centenaria, que juntó a todo lo mejor, dentro de lo que cabe, de todo el continente americano.

Dudamel aprovechó esta oportunidad para probar sus ideas de funcionamiento en un torneo oficial en el que no tenía nada que perder. A las derrotas de la eliminatoria se le sumaron los pobres resultados en los amistosos previos, en los que se llegó a contar con el plantel completo plagado de aquellos que militan fuera de las fronteras patrias.

Se llegaba en rol de víctima, peroVenezuela ya venía de una eliminación temprana en Chile 2015. ¿Hasta qué punto se podía seguir perdiendo sin que esto tuviera un costo mortal sobre una de las generaciones más talentosas de nuestro fútbol?

Venezuela es un equipo copero, como demostró en Argentina 2011 cuando llegó a la tanda de penales contra Paraguay en las semifinales del torneo, y Dudamel pareció entender esto, cuando con convicción afirmó que su objetivo era la clasificación a la instancia de cuartos de final.

La vinotinto estaba, en el papel, resignada a la eliminación, en un grupo en el que se juntaban con dos grandes del fútbol en el continente americano, México y Uruguay, llamados a luchar por el primer lugar del grupo, a una Jamaica que venía de ser subcampeona de la Copa Oro, en la que cayó ante este mismo combinado mexicano en la final.

Primer Round 

El calendario favoreció a Venezuela. Le tocó inaugurar su grupo contra Jamaica, la única oportunidad de la vinotinto de obtener tres puntos, a priori, y que ponía a los dos grandes a jugar entre sí en la primera jornada.

El comienzo del encuentro mostró las falencias defensivas de la vinotinto, que sufrió con los corpulentos jamaiquinos en las primeras de cambio en el Soldier Field de Chicago, hasta que llegó la gran jugada elaborada por la media venezolana y el exquisto pase de Alejandro Guerra a Josef Martínez, que éste empujó al fondo de las redes ante la salida del portero caribeño.



Minutos después, otra cortesía: la expulsión de un jamaiquino por una dura entrada a Tomás Rincón. Todo era perfecto para Venezuela hasta ese momento, hasta que nos dimos cuenta de la primera gran falencia de este equipo en la Centenario: la falta de contundencia frente al arco rival.

Ante un rival diezmado, y con un juego controlado, la vinotinto no consiguió anotar el o los goles que le dejara controlar el partido a merced, y los jamaiquinos estuvieron a punto de lograr una igualdad que les hubiera sabido a tres puntos.

Con dudas, Venezuela logra los tres primeros puntos y así puede empezar a soñar con una posible clasificación.

El Campeón de Campeones 

El siguiente partido fue contra Uruguay, que venía de perder 3 a 1 en la primera fecha ante los mexicanos, y que necesitaba una victoria para seguir con vida en el torneo.

En numerosas ocasiones hemos visto a Uruguay contra la pared. En varias ocasiones la misma Venezuela los ha tenido contra la pared, como aquella noche en el Estadio Cachamay de Puerto Ordaz en Junio de 2013, en la que Edinson Cavani les devolvió la vida en las eliminatorias para Brasil 2014.



Adalberto Peñaranda, quien había debutado como recambio ante Jamaica, fue la principal variante para ese juego, y justificó la confianza que le brindó su entrenador, con un partidazo, demostrando que le queda tiempo en esta vinotinto para rato.

Alejandro Guerra otra vez fue clave y casi clavó un golazo. En el rechace, vino el primero de Salomón Rondón en la copa.

Aquí, nuevamente falló Venezuela en dar el golpe de gracia al rival. Uruguay presionó y Venezuela aguantó como pudo, y tuvo hasta tres oportunidades para ampliar el marcador, dos del propio Peñaranda tras dos piques espectaculares, y un disparo sobre la hora tras un contraataque con el arco vacío, que se fue besando el poste izquierdo de la celeste.

Así, sufriendo, como siempre, con un Cavani que no estuvo fino en la definición de dos oportunidades clarísimas, Venezuela llegó a seis puntos y prácticamente materializó su presencia en cuartos de final de esta copa.

Después de todo, Venezuela calló a todos, incluyendo a muchos de los venezolanos, y dejó fuera al rey de Copas América, logrando el objetivo que se planteó cuando pisó suelo estadounidense.

Ante el Gigante de la Concacaf

El siguiente objetivo era evitar a la albiceleste de Lionel Messi, subcampeona del mundo, en 2014, y de América, hace un año en Santiago, y para eso se tenía que vencer a México, que venía de vencer 2 a 0 a Jamaica y por consiguiente tenía un mejor promedio de goles.

Venezuela se fue construyendo su propio destino, para bien y para mal, tras errar tantas ocasiones de gol en los dos primeros partidos. En el el tercero, la historia fue parecida.

El duelo por el primer lugar del Grupo C en Houston empezó con una magistral tijereta del defensor José Manuel Velásquez, quien estaba jugando por Oswaldo Vizcarrondo, tras un centro de Alejandro Guerra y un cabezazo de Christian Santos. 1 a 0 para Venezuela temprano en el encuentro, y hasta el final del primer tiempo, que supo manejar con solvencia.



Hasta ese momento se lograba el objetivo. Esquivar a Messi, Mascherano, Higuaín y su combo, y enfrentarse a Chile, que recordamos, venía de golearnos en casa por eliminatorias, pero que, en un proceso directivo nuevo, había mostrado menos contundencia que el subcampeón del mundo.

México apretó y tuvo uno que otro chance frente al arco de Dani Hernández, pero Venezuela, como en las dos presentaciones previas, tuvo la gran oportunidad de marcar el segundo gol, y lo desperdició, en los pies de Josef Martínez en un mano a mano con Jesús Corona tras un gran pase en profundidad de Adalberto Peñaranda.

Los aztecas no perdonaron, y tras asediar el arco de Hernández por un buen tiempo, lograron su cometido con golazo en una gran jugada individual del "Tecatito" Corona.

Al final, Martínez casi se redime con una chilena cruzada desde la derecha del área mexicana, pero el portero, también de apellido Corona, voló y ahogó la posibilidad de una primera ronda perfecta para la vinotinto.

Primera Ronda Invicta 

Esta primera ronda que fue la mejor de Venezuela en su historia, terminando invicta, y con siete puntos, clasificada a segunda ronda.

Ya eso fue una ganancia en esta copa. Más allá de que se habló bastante de lo mucho que se recuperó el camerino, y la camaradería entre jugadores y cuerpo técnico, se tiene que resaltar el hecho de que se dieron resultados concretos después de un buen tiempo.

Primera ronda invicta, y sin deslucir ante buenos rivales, sobretodo en defensa, zona del campo que más había sufrido en los últimos compases.

Un avance...

La Caída ante el Favorito 

Desde que se sortearon los grupos sabíamos que de pasar nos iba a tocar alguno de los finalistas de la pasada edición de la Copa América, Chile o Argentina, que vienen en un gran nivel.

Argentina superó el difícil debut ante la roja de Pizzi sin Messi y gracias a un Di María sobresaliente, y después superó sin muchos obstáculos a Panamá, 5 a 0 con tres del 10 argentino, que entró a jugar media hora, y a Bolivia, 3 a 0, sin despeinarse.

Messi, que jugó los segundos 45 minutos, sufrió una marca personal de parte de Bolivia y no hizo muchas diabluras. Y Di María, que se lesionó tras el primer encuentro, fue descartado hasta la final del torneo.

La eliminación en cuartos pareció empezar a forjarse desde que Peñaranda salió con molestias del calentamiento previo vinotinto tan solo minutos antes de darse el pitazo inicial.

La soberbia del periodismo deportivo sureño contrastaba con la ilusión del venezolano, y muchos se aferraron, o nos aferramos, de aquel triunfo 1 a 0 en Puerto La Cruz con gol de Amorebieta como si fuera un crucifijo.

Aquel día estuvieron Messi, Di María, Higuaín y todos los demás. Esta vez, Di María no iba a jugar, Messi venía recuperándose de una lesión, e Higuaín no había marcado la diferencia.

La defensa venezolana parecía sólida, y del medio para adelante estaba lo mejor que ofrecía esta selección venezolana. Velocidad, potencia, creatividad. Se veía más cerca que antes...

La entrada de Luis Manuel Seijas por Peñaranda daba un poco más de marca a la banda izquierda, pero a su a su vez nos restaba explosividad para golpear por esa misma zona.



Por ese sector se internó Messi, quien inquietó al fondo vinotinto desde el vamos, hasta que consiguió un espacio entre la defensa y el arco, del lado derecho del área, para poner un balón magistral que Higuaín definió de manera impecable, y hasta inexplicable.

Gol de cracks, y nada que hacer para Venezuela, que se veía perdida en esos primeros embates, en los que pudo haber recibido el segundo golpe en dos claras ocasiones de los hombres de Martino. Primero Messi tras una salida en falso de Dani Hernández, y luego Higuaín tras un pase de la muerte desde la izquierda.

Sin embargo, tras un penal no marcado sobre Messi, Venezuela logró animarse, y se acercó al arco que defendía Sergio Romero.

A partir de esta serie de jugadas nació el segundo tanto argentino. Con las líneas adelantadas, Arquímedes Figuera, de gran torneo hasta ese momento, regaló un pase que pretendía ser para el guardamenta Dani Hernández, al goleador del fútbol italiano, que se deshizo su último obstáculo con facilidad y definió con el arco vacío el 2-0 que parecía presagiar otra noche más de aquellas a las que tanto se acostumbró la afición del fútbol en Venezuela.

El 0-2 en contra, lejos de tumbar al equipo venezolano, lo llevó a los que fueron quizás sus mejores minutos en el torneo.

Venezuela tuvo a Argentina contra las cuerdas por diez minutos. Un cabezazo de Salomón Rondón al palo en un tiro de esquina, y dos excelentes atajadas de Romero a remates del propio Rondón y de Rolf Feltscher tras un desvío en un defensa, fueron seguidos de una falta en el área de Romero a Josef Martínez tras un centro de Rondón desde la derecha de la defensa argentina.


El Penal de Seijas 

Desde la salida de Juan Arango de la selección venezolana la pelota parada le pertenece a Rómulo Otero cuando éste está en cancha, cosa que no sucedió mucho durante esta Copa América. 

En su ausencia, Alejandro Guerra y Luis Manuej Seijas, son los encargados de ejecutar este tipo de cobro. 

El penal llegó en un momento crucial del partido. Josef Martínez quiso tirarlo, Salomón Rondón quiso tirarlo, y probablemente Alejandro Guerra quiso tirarlo. El elegido, que fue Seijas, lo desperdició.

Ese mismo día Cristiano Ronaldo había errado un penal y Portugal no pudo pasar de un empate 0 a 0 en la Eurocopa. Todo amante del fútbol sabe que cualquiera falla un penal... y que solamente aquellos que los tiran, son los que los fallan.



Seijas, sin embargo, no sólo lo erró, sino que lo hizo tratando de hacerlo "a lo Panenka". Romero, quien lo tenía estudiado desde el duelo en tanda de penales entre el Santa Fé de Bogotá de Colombia y Huracán de Tres Arroyos de Argentina, se quedó inmóvil en el centro del arco, y dejó en ridículo al volante zurdo venezolano. 

Si algo tiene esta técnica de cobro del penal es que no te deja medias tintas. O luces como un héroe en el olimpo, o te derrumba y te humilla. 

A Seijas le funcionó en aquel encuentro de clubes, en una instancia definitoria, y esta vez, lo condenó al escarnio público. Si lo hubiera convertido en gol, muchos hubieran hablado de la genialidad que había hecho el venezolano... 

Lo criticable, en mi opinión, fue el hecho de que no ''aseguró'' cobrando de manera ''normal'', en la situación de partido en la que estaba, frente al rival al que estaba, en la instancia que estaba. 

Con el 2-0 en contra, y en el mejor momento de la selección nacional, vino el balde de agua fría más desolador desde aquel penal que le tapó Justo Villar a Franklin Lucena en aquella tanda de penales en la semifinal de Argentina 2011 frente a Paraguay, apagando todo resquicio de reacción que quedaba en la delegación venezolana. 

Se vio como los vinotinto se fueron deambulando al vestuario... Ya dentro, Dudamel probablemente trató de reanimarlos ya que al fin y al cabo la distancia de dos goles era remontable en 45 minutos, pero el daño ya estaba hecho. 

El Trámite de la Segunda Parte 

Argentina hizo varios ajustes y salió con todo a definir un encuentro que Venezuela le había complicado en el ocaso de ese primer tiempo. 

Gaitán el tercer gol en sus botas tras menos de un minuto de juego, pero no quiso rematar al arco. Su centro se perdió en el enredo del área y Venezuela esquivó momentáneamente el gol que terminaría de definir el encuentro. 

Ese gol llegó, nuevamente, tras una imprecisión en la salida de la zaga venezolana, que sigue sin poder llegar al nivel de las otras dos líneas de la formación. 

Esta vez fue Vizcarrondo, el referente del frente defensivo, quien regaló un balón en la salida. Messi no perdonó, y sentenció el encuentro tras una pared con Gaitán. 

La salida de balón en Venezuela sigue sin encontrar un capitán. Y ante estos rivales, se paga muy caro. ¿Existe en Venezuela ese hombre? ¿Pueden ser José Manuel Velásquez y Rómulo Otero los hombres que se encarguen de esa tarea?



Rondón consiguió el gol que tanto merecía, tras una gran internada de Alejandro Guerra, de los mejores de la selección, y finalmente reivindicado por la afición, por la derecha de la defensa argentina, pero los albicelestes contrarrestaron con un gol de Lamela, de rebote, y con la complicidad de Dani Hernández. 

No era el día de Venezuela...

¿Y cuándo será el día de la selección de mayores de fútbol de Venezuela? Hace años venimos escuchando eso de que Venezuela "ha crecido mucho" en el fútbol, pero en realidad, no hemos terminado de dar el salto. 

¿Es este el renacer de la Vinotinto?

Numéricamente, es posible, pero Venezuela tiene muy complicada su clasificación en las eliminatorias de la Copa del Mundo Rusia 2018, a pesar de que solamente se han disputado seis jornadas. 



De los 12 encuentros que le restan a Venezuela, la vinotinto tendría que ganar por lo menos seis o siete, y conseguir varios empates, en una zona clasificatoria que ya sabemos que es la más complicada del planeta. 

 ¿Habrá que esperar a 2022? 

No necesariamente...

¿Porqué no darle un voto de confianza a este grupo?

La Copa América Centenario fue solo una pequeña muestra, pero una muestra contundente que puede generar ilusión en la afición venezolana.

La vinotinto afrontará cuatro encuentros complicados en Septiembre y Octubre. Venezuela vuelve a la acción el 1 y 6 de Septiembre. Primero, visita a Colombia, un rival complicado, pero al que siempre se le hace un buen partido. Luego, recibe a esta misma Argentina, de local, un encuentro en el que hay pocas esperanzas de puntuar.

El 3 de Octubre viajan a Uruguay, que vendrá con ganas de revancha tras eliminarlos en la copa. y el 11, recibiremos a la sacudida Brasil. Cuatro finales de las que tiene que salir airoso el conjunto de Dudamel si quiere empezar a pensar con soñar estar cerca del mundial. 

Después de esas fechas, si no se dan los resultados positivos, si me atrevería a descartar a Venezuela en el verano de Rusia 2018. 

Recordemos... a Estados Unidos también se llegó en papel de víctima. ¿Jugará mejor la vinotinto ahora que no tiene nada que perder y mucho que ganar en el camino al mundial? 



Por: Alejandro Villegas


@alejandrovg32 en Twitter 







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